lunes, 4 de marzo de 2013

Si Dios no juega a los dados juega al escondite


Desde el origen del hombre hemos tenido la necesidad de creer en algo que controlase las fuerzas de la naturaleza porque no siempre podemos explicarlas pero, los dioses de las principales religiones de la historia, entendiendo que sean el mismo Dios creador del universo y dominador de la naturaleza, ¿existen o son solo producto de la imaginación de unos locos ansiosos de poder?

Vayamos por partes. ¿Por qué creemos en los dioses?
Antiguamente usábamos a los dioses como explicación de todos los sucesos que ocurrían en la naturaleza, y para los cuales no teníamos respuesta.
Poco a poco, con los avances en la ciencia que permitían explicar estos fenómenos, surgió otra razón para la existencia de Dios.
Todos los seres humanos tienen como mínimo dos cosas en común:
Somos mortales, y eso es innegable, pero además tenemos miedo a la muerte. Mucha gente puede decir que no le asusta nada, y menos la muerte porque es algo inevitable, pero a la hora de la verdad, cuando vemos que nuestro tiempo puede estar llegando a su fin, nos vemos en una situación de auténtico terror y sentimos la necesidad de aferrarnos como sea a la vida. Pues bien, aquí es donde entra Dios. Entendamos el concepto de Dios como un ser omnipotente y lleno de bondad. Al depositar nuestra fe en Él creemos también en el mensaje que nos transmite de una vida eterna después de la muerte, en un paraíso y rodeados por nuestros seres queridos. Ya que esto es una necesidad natural del ser humano, todas las religiones actuales cumplen en mayor o menor medida esta idea de salvación.
Pero no nos desviemos del tema. Comprobemos si Dios existe.

En este debate encontraremos tres posturas principales: Creyentes, ateos y agnósticos.
Creyentes son todas aquellas personas que, sin necesidad de pruebas irrefutables, tienen fe en la existencia de Dios.
Los ateos, por el contrario, no creen en Dios. Y no solo eso, sino que postulan, argumentan, defienden que no existe ningún Dios.
Y los agnósticos se mantienen un poco al margen, ya que consideran que, al no poder demostrar la existencia o no existencia de Dios, es absurdo colocarse de un lado u otro.

Pero, ¿realmente existe Dios?
"Sí, sin ninguna duda. Y ahora os lo voy a demostrar." Así empezaría su argumento un creyente. Para defender su idea diría que solo Dios tiene poder para crear el universo. Solo Dios puede obrar milagros como hacer que en un accidente de avión no haya víctimas. Cuando ocurre una tragedia es porque Dios cree que es lo mejor de alguna forma, pero solamente Él tiene poder para evitarlo, y cuando lo hace demuestra su existencia.

Sin embargo, un ateo con dos dedos de frente sería capaz de desmontar estos argumentos y expondría los suyos, que seguramente serían mucho más directos e incisivos. Los argumentos del ateo podrían ser perfectamente estos: Si Dios se hizo hombre para poder transmitir su mensaje de paz directamente no pudo haber resucitado, ya que al hacerse humano tomaría todas sus características, incluida la de la mortalidad, y un cuerpo humano que muere no puede resucitar por muy Dios que sea. Además, si Dios es pura bondad, ¿por qué permitió que tres malnacidos violaran y asesinaran a Marta del Castillo? ¿Y por qué permite que se rían de todos diciendo que la mataron,luego que no,luego que si,luego que no saben...? ¿Por qué deja que se rían de unos padres y unos abuelos que desde 2009 solo saben lo que es sufrir por no ver más a su hija?
Y podrían coger cualquier otro caso como ejemplo, cualquiera entre tantos miles que ocurren en nuestra sociedad.

Llegados a este punto parece claro que el ateo tiene todas las papeletas para ganar, puesto que habría dejado en duda el mayor milagro de Dios y una de sus mayores cualidades, su infinita bondad. Pero justo cuando el ateo ya se ve ganador suena una voz desde atrás que dice: "Dios es solo un juego de luces y sombras, en el que se esconden la mentira y la verdad, pero lo vemos con la vista cegada por la fe y solo observamos lo que nos interesa, cuando en realidad hay tantas luces como sombras".
Éste es el agnóstico, que pone así la primera piedra para ganar la discusión usando la ciencia, la lógica y la razón.
El argumento del agnóstico es algo largo y complejo, por lo que trataré de adaptarlo.
Imaginemos un río bajando por una montaña. ¿De dónde viene ese río? Entre las muchas explicaciones posibles diremos que se creó a partir del agua de lluvia. ¿Y qué provocó esa lluvia? Seguramente el Sol, cuya energía calentó los océanos y generó vapor de agua, que al acumularse hizo que se formaran las nubes que originarían después la lluvia. ¿Y de dónde saca el Sol tanta energía? La saca de un proceso físico que tiene lugar en el nucleo del astro rey. Este proceso es la fusión nuclear, que consiste en que los átomos de hidrógeno en el nucleo solar se fusionan creando átomos de helio y liberando una gran cantidad de energía. ¿Pero de dónde salieron esos átomos de hidrógeno? Los átomos de hidrógeno surgieron del Big Bang. ¿Y cómo se originó el Big Bang? Eso ya es más difícil de explicar, puesto que antes del Big Bang no había nada que lo pudiera desencadenar. La famosa ley de causa y efecto no se podría cumplir de modo que, ¿cómo nació el universo? La clave está en el tiempo. Si nos ponemos a pensar, todo está relacionado con el tiempo, y lo que ocurrió en el Big Bang fue que el tiempo en sí comenzó.
Para comprender esto nos ayudaremos de un agujero negro. ¿Y qué es un agujero negro? Es una estrella tan inmensa y con una masa tan descomunal que se a derrumbado sobre sí misma. La gravedad que posee un agujero negro es tal que ni la luz escapa a ella. De hecho, su campo gravitacional es tan fuerte que no solo distorsiona la luz, si no también el tiempo.
Esto sonará a cosa de locos, pero lo vais a entender enseguida.
Imaginad que tiramos un reloj al agujero negro. A medida que se acerca al agujero, el reloj empieza a funcionar más y más lento. Cuanto más se acerca, más despacio va. Justo al entrar en el agujero negro, y suponiendo que no se aplaste por la gravedad extrema, el reloj se detendría por completo. No porque se haya roto, si no porque dentro del agujero negro no existe el tiempo.
Pues bien,eso es lo que sucedía en el origen del universo. Es normal que aún no lo entendáis. Volvamos atrás, viajemos en el tiempo. ¿Qué veríamos? Veríamos como el universo se va concentrando en un punto, haciéndose más pequeño, y más pequeño, y más pequeño, hasta que todo el universo queda recluido en un punto infinitamente pequeño e infinitamente denso. Sería como un pequeñísimo y densísimo agujero negro. Y como en los actuales agujeros negros, ahí tampoco debería existir el tiempo, según las leyes de la naturaleza. No se puede retroceder a un momento anterior al Big Bang porque no había tiempo antes, por lo que no podía ocurrir nada. Y esto es lo que rompe totalmente la ley de causa y efecto. Esto demuestra, además, que no existe Dios, ya que no había tiempo en el que pudiera existir. Éste sería el ejemplo perfecto para un ateo, si no fuera porque falta algo. Estamos de acuerdo en que si no había tiempo no podía haber un Dios que crease el universo. Sin el tiempo nada se movería, no ocurriría nada pero... Estamos aquí. Eso significa que algo se movió o algo pasó cuando no había tiempo. Eso es imposible, y sin embargo ocurrió.
¿Significa esto que Dios existe? Si y no. Si porque, en teoría, solo Él  pudo poner la chispa de la llama del universo. Aquí ya me vería a los creyentes celebrando su victoria en este debate. Pero también significa que Dios no existe, porque, como ya sabemos, es físicamente imposible que pasara nada antes del Big Bang.
Y así es como el agnóstico demuestra científicamente que nadie puede probar o desmentir la existencia de Dios.

Mi opinión respecto al Dios creador es esa. No creo en Dios pero se que algo le dió el empujoncito necesario al universo para crearse.
Para mi, la pregunta sobre la existencia de Dios equivale a buscar el principio y el fin del mundo geográficamente hablando. La Tierra es esférica, por lo que no tiene ni principio ni fin. Es una pérdida de tiempo.

viernes, 4 de enero de 2013

Bienvenidos

Bienvenidos a mi mundo.
De aquí a unos meses estoy absolutamente convencido de que algunos habréis puesto un filtro en vuestro ordenador para no entrar aquí ni de casualidad,otros me llamaréis loco,o simplemente leeréis el blog para pasar el rato.Espero que aunque os enfadéis sigáis leyendo porque solo intento divertirme expresando mis ideas.
¿De qué va este blog?
Pues mirad,resumiendo un poco lo que voy a hacer aquí es dar mi opinión sobre diferentes temas como pueden ser por qué mentimos,la existencia de Dios,por qué no nos quejamos cuando nos joden...Pero a mi estilo.¿Qué estilo es ése?Pues hablar sin censuras ni rodeos,si opino algo lo digo y punto,y si no le gusta a alguien que me ponga un comentario dando su opinión educadamente.Voy a criticar a todo lo que se mueva si se lo merece:a los políticos,al Papa,a los radicales de lo que sea.También dedicaré algún tiempo a películas si creo que merece la pena hablar de ellas.Y si queréis me podéis sugerir temas,es más,os lo pido.Así dejo conformes a todos.
Cada semana prometo una entrada,de modo que tendréis tiempo para darme ideas para esa semana.Si me acumuláis ideas,que no creo,os diré que paréis un poco o os daré mi correo para que me las enviéis ahí.
Pues eso,que espero estar con vosotros mucho tiempo y que seguro que nos entretenemos.Cuidaos.